lunes, abril 18, 2005

98 minutos

Hace unos días, charlando con unos amigos en un bar de cañas de Plasencia, derivó la conversación hacia nuestras películas favoritas. Y salieron a la palestra las más variopintas: Reservoir Dogs, Historias de Filadelfia, Casablanca (típica), El tercer hombre...incluso alguna de Woody Allen. Pero cuando yo nombré La Princesa Prometida, de Rob Reiner, todos me miraron con cara de "éste se quiere quedar con nosotros". Nadie sabía de qué película estaba hablando, excepto Carlos, y eso después de refrescarle bastante la memoria hablándole de la Princesa Buttercup, de su amado Westley, del ladino Vizzini, y sobre todo del inenarrable Íñigo Montoya ("hola, me llamo Íñigo Montoya, tú mataste a mi padre, prepárate a morir"), por no hablar de la banda sonora de Mark Knofler. Joder, si solo el flujo vital de Íñigo Montoya, buscando durante toda su vida al hombre con seis dedos en la mano derecha que asesinó a su padre, ya merece tres películas más. Pero no, el snobismo siempre ha estado presente en los gustos cinematográficos, y en una conversación siempre queda mucho mejor decir que te encanta el cine-gore de Tarantino. Los cuentos de hadas son para los niños. Y os juro que este post iba en serio.

5 Comments:

At 1:55 p. m., Blogger dwalks quiere decir...

A mi me entusiasma Atrapado en el Tiempo, con el día de la marmota y Bill Murray y nunca me lo callo.

Digamos que tiene que haber equilibrio. No es lo mismo que un tipo muy culto y leído te diga que disfruta como un enano con dosis de Stephen King de cuando en cuando, que un persona ensalce sus libros porque son los únicos que lee.

No sé qué tal ha quedado la analogía, pero me entiendes, seguro.

 
At 6:29 p. m., Blogger Johan Schnabel quiere decir...

Hum, argumento peligroso el tuyo, que presupone que hay un buen cine y un cine vulgar, una buena literatura y una literatura vulgar, pero el mundo es como es, y por ejemplo las pelis de Jesús Franco (Jess Franco), que antes se consideraban poco menos que basura, ahora son películas de culto de las que se hacen ediciones especiales para coleccionistas. De acuerdo que alguien que ha leido más y ha visto más cine tiene, evidentemente, un mayor espíritu crítico, te he entendido perfectamente, pero el límite entre la buena calidad (literaria, cinematográfica) y la baja calidad es muy sutil, impreciso y cambiante.

 
At 12:22 a. m., Blogger Troy quiere decir...

Pero la Princesa Prometida no es obligatoria como la selectividad??? Yo recuerdo haberla visto millones de veces pero en inglés (me imagino que siempre en el colegio) con inolvidable "my name is Iñigo Montoya...", la princesita Kelly de Santa Barbara y André El Gigante (que por aquel entonces era uno de nuestros idolos de Pressing Catch)
Uhmmm... estaria bien volver a verla!

 
At 9:42 p. m., Blogger Nepomuk quiere decir...

La Princesa Prometida...jajaja no puedo creerlo...no sabía que alguien más recordaba esa película.

Bueno, queda mucho más aparente poner cara de duro y decir que Tarantino o Lars von Trier son la polla. Pero luego vas a ver Dogville y se te queda exactamente cara de eso: de polla.

¡El día de la marmota! x) bucea en Lost in Traslation, dwalks. Te encantará.

 
At 9:43 p. m., Blogger Nepomuk quiere decir...

La Princesa Prometida jajajaja COMO ME GUSTAAAAAA
(es que no puedo creerlo, eh?)

 

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