viernes, abril 07, 2006

ocasos

...foto Schnabel (click para ampliar)...



- ¿Sabes qué es lo único que echo de menos aquí, Johan?-dijo Julia mirando hacia las montañas que poco a poco se sumían en la oscuridad-. Los lentos atardeceres en espacios planos, en llanuras, en el mar...Aquí el sol se esconde de pronto, bluf, a traición, con prisa, lo engullen las montañas en un santiamén...Hace dos años, cuando hice un viaje a África, hice decenas de fotos a los atardeceres...Son increibles allí.

- Odio las fotos de atardeceres. Sólo las pueden comprender los que las hicieron, porque no son fotos, son estados de ánimo que un expectador ajeno no puede experimentar. Yo veo una foto de atardeceres y sólo veo portadas de libros religiosos, ya sabes, "Dios Te Ama" y todo eso...Así que por mí te puedes ahorrar el trabajo de enseñarme esos maravillosos atardeceres africanos, que seguro tienes en un album forrado en cáñamo en tu casa.

- Eres un jodido gilipollas, pedante, insociable y decadente, Johan, ese es tu problema.

- Es más que probable. Raquel ya me lo dejó caer alguna vez.

- Que te jodan, Johan.

lunes, abril 03, 2006

veneno

...foto schnabel (click para ampliar)

....José elabora un vino infame e ilegal que paradójicamente no tiene a la venta en su mesón y que sólo sirve a puerta cerrada, ya entrada la noche, a sus íntimos, entre los que tengo la desgracia de encuadrarme. Cuando esto sucede, hace dos noches fue la última vez, a José se le desata la lengua, habitualmente muda, y se adentra en unos terrenos filosóficos muy de cosecha propia, como el infame vino ilegal.

- ¿Sabeis porqué me vine de Madrid?

- ...

- ¿Que si sabeis...?

- ¿Porqué, José, porqué? ¿Porqué viniste de Madrid? -sabía que hacer esa pregunta podía llevarme a una larga noche surrealista.-

- Porque hay demasiada gente y no podía soportarlo.

- ¿Qué no podías soportar, José? - probó suerte Julia-

- No podía soportar cruzarme con tantas personas que no conocería jamás ni me conocerían, que me veían como un extraño, que me juzgaban por mi aspecto sin que nunca se adentraran en mi personalidad.

- "Pobre muchacha hermosa apresurada / que deprisa vienes hacia mí al cruzar la calle /
y te pasas por mi lado sin saber que yo / soy la razón de tu existencia..." -juro que no pude evitarlo.-

- ¿Estás cantando, Johan? José, dime la verdad, sin joder...¿estaba cantando Johan?

- Julia, chiquilla-José la miró a los ojos-. Lo que ocurre en este bar, no puede salir de este bar. Y si no estás de acuerdo, ya te puedes buscar otro.

- Anda, José. Quítanos el aire de los vasos- dijo Julia-, aunque sea con tu vino venenoso. Que esta noche va a ser muuuy larga.

Neko