domingo, marzo 19, 2006

huir

...Foto Schnabel (clik para ampliar)...


...Hace años tenía la mala costumbre de huir de mí mismo por la vía de hacer kilómetros impulsivamente, como si el viaje fuera la solución a mis problemas existenciales. Y todo absurdamente repentino, sin pararme a pensar qué diablos hacía hasta 500 kilómetros más adelante. Igual quedaba con unos amigos y amanecía en Vigo sin dar explicaciones a nadie, medio borracho, desayunando ostras en la calle de la Piedra, o viajaba hasta un puesto de comida rápida que hay en la Boca do Inferno, entre Estoril y Cascais (al norte de Lisboa), sólo para comerme un perrito caliente con una infame cerveza Sagres y fumar sentado sobre las rocas, mirando el Atlántico.
...Con los años he sabido adaptarme a mí mismo, soportarme con paciencia, casi quererme. Y ya no necesito huir.

jueves, marzo 02, 2006

de guardia

...foto Schnabel. Click para ampliar...


Hay una pequeña campana a la puerta de mi casa. Ya estaba allí cuando yo llegué, así que no soy quien para quitarla. Pensé "mejor el sonido de la campana que nudillos agresivos en la madera". Con el tiempo la campana ha aprendido a reconocer las visitas bien recibidas de las que no lo son tanto, y sorprendentemente actúa en consecuencia: suena para quien considera digno de rebasar el umbral de mi humilde hogar, y le niega cualquier sonido al que no considera persona grata. He de reconocer que ejerce su trabajo impecablemente, hasta ahora coincidimos en nuestras apreciaciones sobre las personas que llegan hasta nuestra puerta. Tengo que preguntarle a José, mi casero, dónde la compró, aunque me temo cualquier historia rocambolesca por su parte, ya se sabe, José es un poco dado a la fantasía. Debe ser la influencia de estas tierras.

Neko