más ocasos
..esta foto NO es de Schnabel, pero tb tiene dueño...

- ¿Qué estás leyendo, Johan? - me interrumpió Raquel, que tiene la hermosa cualidad de aparecer en el momento menos propicio-
- Ya nada- dije, colocando con fastidio el marcador de páginas en el libro-
- ¿Y qué leías? Déjame ver.
En un segundo el libro estaba en sus manos. Mientras ella destrozaba mi privacidad literaria decidí encender un cigarrillo.
- ¿Jodorowsky? No he leido nada de él, pero he visto alguna entrevista y me parece un tipo interesante. Es chileno, ¿no?
Mientras ojeaba el libro, Raquel llegó a la página donde tenía yo colocado el marcador. Algo llamó su atención y se detuvo. Colocando el dedo pulgar entre las páginas sacó el marcador del libro y lo miró con atención. Luego me miró a mí desafiante.
- ¿Marcas los libros con fotos? ¿Marcas los libros con malditas fotos de atardeceres? ¿De esos atardeceres que tanto odias y que sólo nos pueden gustar a los tarados mentales? ¿Eh, Johan, contesta, marcas los libros con odiosas fotos de atardeceres?
Era una pesadilla. No es posible que la discusión sobre amaneceres y atardeceres me persiga toda mi vida. Y volvió a la carga, implacable.
- Así que el vanguardista Johan, el que está por encima del resto de los mortales, marca sus libros con estúpidas fotos de atardeceres. ¿Un pequeño desliz, Johan? No tan pequeño, porque esta foto ya tiene sus añitos, y se ve que ya ha recorrido más de un libro y más de dos...
- Raquel, no te pases de lista, ¿vale?, eso no es una foto de atardecer.
- ¿No? Y entonces...¿me puedes decir qué coños es? Me juego el cuello a que esto es un atardecer en el Sena.
- No, te equivocas, Raquel. No es una foto. Es un regalo. Un regalo que aprecio, y que por tanto conservo. Te dije, es cierto, que las fotos de anocheceres no son fotos, sino sentimientos que sólo pueden comprender los que las hicieron, y que un espectador ajeno no puede captar. Pero con el archivo JPEJ me regalaron adjunto el sentimiento exacto y detallado que experimentó la persona que hizo la foto en el momento de apretar el disparador de la cámara. Me hizo cómplice del secreto del anochecer en París, así que, aunque tú veas una foto más de atardeceres, yo veo más cosas, porque soy un iniciado. Por eso la conservo, Raquel. Y por eso te digo que no es una foto.
- Johan, hermano...tus argumentos son cada vez más rebuscados para defender lo indefendible. Pero no pienso perder más tiempo discutiendo contigo, pues sé que jamás darás tu brazo a torcer ni lo más mínimo. Eres un cínico. Ahí te quedas, me voy... quizá pueda tomar alguna buena foto este anochecer.